Una por una fueron cayendo
las piezas sobre el tablero y las hojas secas del otoño, como
desprendidas de un calendario desconocido, caen también o cayeron. Un viento
frío las va meciendo y salen una a una del paisaje, inadvertidas.
Volverán las oscuras golondrinas, la staggione dell'amore, la rosa que es todas las rosas, volverá a escampar después de la tormenta. Volverán, sí, pero quizás nosotros ya no estemos.
Nosotros somos los que tratamos de darles nombres a las cosas y apenas si sabemos algo de las cosas.
A mi vida siempre le falta, y cada vez quedan menos, una pieza.
El invierno ha llegado y en el fondo del túnel sólo se ve la luz de una luciérnaga.
Falta una pieza del puzzle y lentamente va desmayándose el rey sobre el tablero. Una mano lo empuja y no es la mía.
Puzzle. Ajedrez. Juegos. Vida.
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